El ex candidato presidencial José Luis Espert dijo que el gobierno de Alberto Fernández "parece poco dispuesto a pagar".
El ex candidato presidencial José Luis Espert consideró ayer que el presidente Alberto Fernández “pudo haber rifado económicamente su mandato” al reperfilar el pago del bono AF20; calificó al gobierno nacional como “macrismo con malos modales” y criticó al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, de quien consideró que “no está capacitado para manejar ningún asunto importante para el país”.
En su paso por la ciudad junto al ex compañero de fórmula Luis Rosales y el “armador” en la provincia de Buenos Aires, Guillermo Castelo, el economista si bien consideró que a lo largo de este año “los vencimientos de deuda externa son más grandes”, estimó que “parece un gobierno poco dispuesto a pagar”.
Antes de reunirse con seguidores, partidos y agrupaciones de “tinte republicano no alineados con las principales fuerzas del país”, sentado en uno de los salones del NH Gran Hotel Provincial, Espert confesó que siguen “en modo campaña” debido a que “nosotros lo único que decimos es la verdad, sin demagogia. Como dije en los debates presidenciales: No mentimos”.
En cuanto a los dos meses que lleva Alberto Fernández como presidente, el economista señaló que “claramente quedó demostrado que Fernández era muy similar al macrismo, con los controles de precios; la deuda ‘defaulteada’; recurrió al déficit fiscal para financiar la economía; gravaron con retenciones las exportaciones. Es el macrismo con malos modales”.
Parte de lo mismo
Aunque el ex candidato le reconoció al actual presidente “esfuerzo por cerrar la grieta”, aseguró que “Fernández es parte del problema” y no dudó en calificar al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, como “mal negociador. Está para presidir un centro de estudiantes. Con esa lógica no está capacitado para manejar ningún asunto importante para el país”.
Por otra parte, desde el punto de vista económico, Espert advirtió que “el programa económico es mantener a flote todo lo que se hizo previamente. No hay nadie que maneje la economía y que piense en cambiar lo que hay que cambiar para que Argentina deje de ser un país con tendencia a la miseria”.
“Como dije en los debates presidenciales -añadió- hay que dinamitar el sistema, hay que destruirlo. Si no podemos destruirlo, ese sistema va a terminar con la Argentina, va a terminar que el país sea una villa. Tenemos una proliferación de la miseria como nunca tuvimos, vamos por el mal camino”.
Finalmente, consideró que “este sistema de hace 8 décadas no para de crecer y tiene solo tres ganadores claves: la clase corrupta, bruta e impresentable; el sindicalismo feudal y corrupto y el empresariado prebendario que no quiere competir”.